anton pieck

Conocemos su obra seguramente y no sabemos quien era el autor. Sus dibujos y estampas son una auténtica delicia. Gente patinando, escenas de la vida de la ciudad y de los pueblos de Europa Central hace años, construcciones centroeuropeas con mil detalles… yo un día viendo una de esta pinturas me acordé de aquellos libros ¿Dónde está Wally?… Esto es mucho, pero mucho mejor, porque no solo habría que encontrar un hipotético Wally sino miles y miles de detalles que a primera vista se nos podrían escapar. Estoy hablando de Anton Pieck. ¿?

Anton Franciscus Pieck nació en Den Helder, Holanda, un 19 de abril de 1895 y murió 92 años después, un 24 de noviembre de 1987 en Overveen, Países Bajos. Como curiosidad señalar que tenía un hermano gemelo, Enrique Christiaan, que también fue pintor y diseñador gráfico. Pues bien Anton fue pintor, dibujante y artista gráfico y sus obras se caracterizan por su aire nostálgico como de cuento de hadas y son muy populares, ¿por qué? porque seguro que hemos visto alguna de sus obras en tarjetas (de esas que ya no se mandan) y calendarios. De 1912 a 1920 fue profesor de dibujo en el instituto de Vaandrager Bik en La Haya y de 1920 a 1960 profesor de dibujo en el Liceo de Kennemer en Overveen, Países Bajos.

De 1952 a 1974 Pieck fue responsable del diseño de casi cualquier cosa para el parque de cuento de hadas Efteling en Kaatsheuvel, que se ha convertido en uno de los parques temáticos más importantes de Europa. Su trabajo para Efteling ha sido de una importancia enorme para el futuro del parque, ya que casi todos los diseñadores han utilizado muchas de sus características gráficas en sus diseños (por ejemplo, materiales, colores y formas). Se podría decir que este parque es uno de los legados más importantes del dibujante.

En 1984 abrió sus puertas el Anton Pieck Museo en Achterstraat (Hattem, Holanda) . El museo se llama «Huis voor Anton Pieck» (literalmente, «La casa de Anton Pieck»).

No conozco ningún libro editado en castellano sobre la obra de este artista holandés, pero desde luego sería un regalo extraordinario en cualquier época del año… para estar horas y horas mirando los dibujos, buscando detalles y soñando historias. Los pequeños de la casa (y los mayores) disfrutarían enormemente. Nos quedamos con una de sus escenas típicas de rios o lagos helados y gente patinando alegremente. ¡Qué maravilla!

Por cierto, un pasatiempo muy bueno es ir descubriendo los lugares reales que aparecen en los dibujos y pinturas del señor Pieck. Y para los que queráis marcar vuestros libros de una forma bonita, de regalo, un ex libris de Anton Pieck: