in dulci jubilo

Aunque ayer hablé largo y tendido de villancicos me guarde éste para el día de hoy. En este día de Navidad (mis mejores deseos para todos vosotros y vosotras) me gustaría traer un villancico con una gran tradición musical y popular (principalmente en Gran Bretaña y Alemania) y una melodía bellísima: In dulci jubilo, algo así como en dulce alegría (mis conocimientos de latín son bastante escasos).

En su origen este villancico consistía en un texto en donde el alemán y el latín se van alternando y cuya versión más antigua se debe al místico alemán Heinrich Seuse alrededor del año 1328. Aún y todo este texto fue musicalizado por diferentes autores desde la Edad Media. La letra fue traducida por John Mason Neale a finales del siglo XVIII y una versión inglesa fue  popularizada por el compositor Robert Lucas de Pearsall en 1837.

En cuanto a la música han sido muchos los compositores que han utilizado esta bella melodía para sus propias composiciones. En 1601 Bartolomé Gesio escribió un arreglo moderno de la melodía tradicional. Dieterich Buxtehude compuso una de sus muchas cantatas en 1683 en forma de coral para soprano, contralto y contrabajo acompañado por dos violines y bajo continuo (BuxWV 52) y como un preludio coral para órgano (BuxWV 197) en 1690. Johann Sebastian Bach utilizó esta melodía en varias ocasiones: la coral BWV 368, la composición para órgano BWV 608, como un doble canon en su Orgelbüchlein (trabajos para órgano) y las BWV 729 y BWV 751 como preludios corales. Los expertos coinciden, sin embargo, que BWV 751 es demasiado simple y natural para ser obra de Bach. BWV 729 es tradicionalmente la primera pieza de órgano al final del Festival Nine Lessons and Carols del Kings College, de Cambridge que realizan en Navidad. Esta obra fue introducida por primera vez en el servicio en 1938 por el organista Douglas Guest. También Franz Liszt incluye el villancico en su suite para piano Weihnachtsbaum en el movimiento titulado Morir Hirten an der Krippe y Norman Dello Joio utiliza el tema como base de sus Variants on a Medieval Tune, para conjunto de viento.

Finalmente esta canción, este villancico, fue versionado por Mike Olfield en su trabajo On Horseback, de 1975. Una primera versión ya había aparecido en su álbum Don Alfonso de ese mismo año. Ha aparecido en diferentes álbumes del músico inglés. La versión más conocida es la que van incluyendo y apareciendo instrumentos conforme avanza y se repite la melodía.

El villancico es conocido en Gran Bretaña e Irlanda con el título Good Christian Men Rejoice.

Os dejo con el video de la interpretación de esta canción por The Choir of King’s College, de Cambridge. Que paséis un buen día.

Y aquí tenéis la versión instrumental de Mikel Olfield:

delicioso secreto de kells

A principios de 2009 se estrenó una película de animación titulada The Secret of Kells dirigida por Tomm Moore y Nora Twomey. Es una co-producción franco-belga-irlandesa (ahí es nada) y estuvo nominada al Oscar al mejor largometraje de animación. Es una corriente de aire fresco en las películas de animación copadas por Pixar, Disney y compañía.

La historia está ambientada en el siglo IX. Obsesionado con la construcción de un muro grande para frenar a los vikingos invasores e impedir la destrucción de la Abadía de Kells, el abad Cellach espera que su joven sobrino, Brendan siga sus pasos. Brendan está de aprendiz en el scriptorium del monasterio y un día escucha la historia de Aidan de Iona, un maestro iluminador. Poco después, el famoso iluminador (que es en su segunda acepción, según la RAE, la persona que adorna libros, estampas, etc., con colores) llega al monasterio, acompañado por su gato Pangur Bán. El hermano Aidan llega escapando de los vikingos que han destruido su propio monasterio, y ha traído el libro de Iona, más tarde llamado Libro de Kells, que está trabajando. Aidan muestra la belleza del arte de la iluminación a Brendan y estimula su creatividad y la fantasía. Sus ojos y sus manos están fallando y es por eso que necesita a Brendan para que le ayude a terminar el famoso libro. Un día le pregunta a Brendan si podría ir al bosque en busca de bayas para hacer tinta verde esmeralda, pero éste le informa que su tío le ha prohibido ir al bosque. Brendan finalmente decide aventurarse en el bosque para encontrar este ingrediente necesario para fabricar la tinta. En el bosque un hada-espíritu lobo, Aisling, le introduce en un mundo totalmente desconocido para Brendan y con una amplitud desconocida por él. Brendan tendrá que enfrentarse a su tío y a su mayor temor en su búsqueda para completar el libro.

La película se basa en gran parte en la historia de las invasiones vikingas de Irlanda, los primeros monasterios y la mitología celta que empieza a declinar en esa época. Hay multitud de referencias a esos tiempos y a la cultura celta (un ejemplo es la introducción en la trama de la historia de Crom Cruach, un dios celta pre cristiano).

Es una película bellísima, con unos dibujos de los personajes y unos fondos y paisajes para desarrollar la historia tremendamente hermosos. Y a la vieja usanza (en la base) ya que están realizados a mano. Acostumbrados como estamos a las películas de animación realizadas totalmente por ordenador esta película destila frescura en su vuelta a los orígenes. Cada minuto de la película, cada escena de ella, está llena de color, del color que corresponda al momento, del blanco del invierno, del gris de la niebla, del verde del bosque, del rojo y negro de los vikingos. La capacidad para incluir los dibujos del verdadero Libro de Kells (que todo el mundo que ha ido alguna vez a Dublin ha visto, seguramente, en la biblioteca del Trinity College) y hacerlos parte de la historia que se cuenta es una maravilla. Se diría que quienes han realizado la película, quienes han dibujado esas auténticas obras de arte, han participado plenamente del espíritu de los iluminadores de la Edad Media y de los autores del Libro de Kells. Como se dice en la película en un momento dado, «un trabajo de ángeles».

Si a todo esto le añadimos una música cautivadora, dulce, frágil y evocadora de los tiempos de la Edad Media y de la cultura de la isla verde esmeralda, no podemos pedir mucho más. El autor de la banda sonora Bruno Coulais consigue darle profundidad a la historia y el tratamiento que hace de ella no es precisamente infantil (una de las cosas extraordinarias que tiene esta película es que, aunque en un principio está enfocada a un público infantil, no por eso es una película tonta, simple o como si los niños que vayan a verla fuesen tontos… cosa que ocurre con la gran mayoría de las películas de animación actuales). El compositor ha escrito una partitura muy elaborada y de compleja y sofisticada belleza. Su instrumentación, la elegancia de sus melodías y su capacidad de fusionar lo celta y lo oriental, o lo místico y lo terrenal, convierten a este trabajo orgánico en una delicia, de principio a fin. La orquesta, los instrumentos solistas y las voces corales convierten a esta partitura en una de las mejores creaciones de 2009. La canción de Aisling es de una belleza inmensa, delicada y que te remonta directamente a la Irlanda del siglo X.

Os dejo con un video promocional de la película. Disfrutad con esta auténtica maravilla:

Y aquí el audio con la canción de Aisling, Aisling Song:

canción de hielo y fuego

Un mundo ficticio medieval, dos continentes, Poniente y Essos, personajes humanos y de otras razas, tres historias mezcladas entre si, una guerra dinástica, una amenaza constante y un viaje para reclamar unos derechos. Es la saga Canción de hielo y fuego, de George R. R. Martin, una serie de novelas de caracter fantástico que en principio iba a ser una trilogía y finalmente parece que será una heptalogía, con cuatro de los libros ya publicados y otros tres anunciados.

R. R. Martin comenzó a escribir el primer libro allá por 1991 aunque no fue publicado hasta 1996. Este primer tomo, titulado Juego de Tronos, es el comienzo de una fabulosa historia en donde se mezcla la violencia, la familia, las intrigas políticas, el sexo, la fantasía, las batallas, las razas imaginarias, los lugares maravillosos, las sombras, el poder, el amor y los descubrimientos. Con claras influencias de J. R. R. Tolkien, Jack Vance y  Tad Williams, a diferencia de las obras de estos tres autores, las novelas del autor norteamericano se centran sobre todo en el aspecto realista de la historia más que en el mitológico. Es una historia que tiene su inspiración en la historia medieval, con personajes que tienen su paralelismo en la Guerra de las Rosas, que enfrentó en la Edad Media a dos poderosas familias, los Lancaster y los York. Existen también otros elementos históricos que se pueden intuir en las páginas de las novelas, como el muro de Adriano, la cruzada albigense (o de los cátaros) y los constantes intentos de conquista de Constantinopla en los siglos XII al XV.

Los cuatro libros publicados hasta la fecha son los siguientes:

1. Juego de Tronos.

2. Choque de Reyes.

3. Tormenta de Espadas.

4. Festín de Cuervos.

Las tres novelas a la espera de su publicación (y de su creación…) son:

5. Danza de Dragones.

6. The Winds of Winter (podría llevar el título de Los Vientos de Invierno).

7. A Dream of Spring (que podría ser Un Sueño de Primavera).

Una saga que merece la pena leer, entretenida, con unos personajes complejos, una trama muy elaborada y una historia llena de ricos matices. Empezad a aprender estos nombres, porque de aquí a un año creo que los vais a escuchar muy a menudo: Lord Eddard Stark, Rob Stark, Sansa Stark, Jon Nieve, Theon Greyjoy, Robert Baratheon, Joffrey Baratheon, Tywin Lannister o Daenerys Targaryen.

Por cierto, HBO (¡de nuevo esta maravillosa cadena!) estrena en 2011 su serie titulada Song of ice and fire: Game of thrones, basada en el primer título de la saga y con la supervisión del propio R. R. Martin en el guión. Así que tendremos una magnífica adaptación (espero que sigan el trayecto exitoso de las mejores series de la cadena) y unos cuantos capítulos para pasear por los Siete Reinos. Incluso tienen en desarrollo un blog donde van comentando la grabación de la serie. Este es el adelanto de HBO (¡qué ganas!):