¿felicidad? tu has asesinado mi felicidad, ¡asesino! – anna karenina

Quizás la frase más famosa de la maravillosa obra de Tolstoi, Anna Karenina, sea la que da comienzo a la novela, aquella que dice lo de Todas las familias dichosas se parecen, pero las infelices lo son cada una a su manera y que bien podría ser el resumen de los diez últimos años de vida del escritor ruso, pero en la película dirigida por Joe Wright el londinense que ya en 2005 dirigió otro clásico de la literatura universal, Orgullo y prejuicio, de Jane Austen, quizás la frase que más se me quedó grabada fue la que le dice Anna Karenina al conde Vronsky cuando, por fin, sucumbe al deseo del amor y le dice a la pregunta de si conoce la felicidad: ¿felicidad? tú has asesinado mi felicidad, ¡asesino!, sí, ¡asesino! y que esconde, a mi manera de ver, el mensaje final de esta obra: los diferentes modos de amor, el deseo, la pasión, el deber y las consecuencias de tus actos. Vayamos por partes.

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La película de 2012 y estrenada por aquí este mismo año es la versión número 11 de la novela del escritor ruso y hasta la fecha las dos versiones anteriores más conocidas era las de 1935, dirigida por Clarence Brown y protagonizada por Greta Garbo y la de 1948, dirigida por Alexander Korda y con Vivien Leigh en el papel protagonista. En el caso de esta última versión, Wright vuelve a escoger a la protagonista de su película Orgullo y prejuicio y nominada al Óscar por esa interpretación, la también londinense Keira Knightlev. Para los dos principales protagonistas encarga la labor a un quizás algo rígido Jude Law como Alexei Alexandrovich Karenin y a un novedoso Aaron Taylor-Johnson como Conde Alexei Kirillovich Vronsky que ha reinventado totalmente el papel del seductor oficial de caballería. Son de resaltar también algunos de los personajes secundarios.

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Lo primero que quiero decir es que quien vaya buscando el drama de la novela en esta película dudo mucho que lo encuentre y esto es así porque la historia, mucho me temo, pasa a un segundo plano dejando el protagonismo al preciosismo de la fotografía, el exquisito cuidado del vestuario o la maravillosa música de Dario Marianelli todo en torno a una espectacular coreografía y puesta en escena que no creo que deje indiferentes a nadie. No es, por lo tanto, la mejor de las versiones de la obra de Tolstoi, pero esto no quita para que el resultado sea una original adaptación del espíritu de la obra con un concepto muy particular. Los primeros compases, porque toda la película se desarrolla como si de los compases de una danza se tratase, pueden llegar a extrañar, e incluso a agobiar al espectador que le cuesta situarse, pero conforme va avanzando la cinta comprendes el juego en el que el director londinense se ha metido. El teatro, las puertas que se abren y se cierran y el tren son elementos principales de esta coreografía exquisita y totalmente delicada. Mención aparte merece la fotografía en las escenas de la estepa rusa. A todo esto hay que añadir el impresionante diseño del vestuario, obra de Jacqueline Durran, quien ya diseñase el vestuario de Orgullo y Prejuicio o Expiación (Wright).

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Mención aparte merece la música de Dario Marianelli el compositor italiano que ha escrito una música eminentemente cinematográfica. La música es un personaje más de la película y va desarrollando a base de valses que son utilizados casi como música del circo que representaba la sociedad aristocrática rusa de finales del XIX y en algunos momentos con fanfarrias y cantantes de la estepa rusa. El tono general de la partitura va parejo con la dramática historia, llegando a momentos de una intensidad melancólica que si la escuchas paseando bajo la lluvia corres el serio riesgo de acabar con un buen nudo en la garganta. Aconsejo, de todos modos, escuchar la música por primera vez en el transcurso de la visualización de la película para después poder disfrutarla totalmente. Os dejo con un montaje de escenas de la película con el track titulado Dance with Me. Por cierto, ¿os acordáis de aquélla otra entrada del blog en la que hablaba de un baile de la película Orgullo y prejuicio del mismo director y música del mismo compositor? Y la pregunta final, ¿cuáles son los ocho tipos de amor a los que hace referencia la novela de Tolstoi? Os cuento: Amor Escandaloso, Amor Obediente, Amor Romántico, Amor Nutriente, Amor Prohibido, Amor Puro, Amor Maternal, Amor Duradero…

coleccionar imágenes

Imaginad que cualquier día que estáis delante de la pantalla del ordenador aparece una fotografía, o incluso un video, que os gusta y lo único que se os ocurre es descargar la fotografía y guardarla en una carpeta en el disco duro o más difícil todavía hacer una captura de imagen y guardar ese archivo en vuestras imágenes… ni que decir tiene que los tiempos en que nos gustaba una foto, o peor aún una página web de aquéllas estáticas, la única posibilidad no profesional era imprimir la página por completo… yo hice de aquéllas locuras.

Pues bien, imaginad que sois seguidores empedernidos de El Señor de los anillos y coleccionáis cualquier imagen que tenga que ver con la obra de Tolkien, pero imaginad que incluso podríais hacer facilmente subcarpetas dentro de la carpeta de El Señor de los anillos, una para carteles de las películas, otra con los dibujos originales de Tolkien, otra con ediciones de los libros, otra con objetos de merchandising, etc, etc, etc..

El día que me topé con Pinterest se me abrió el cielo porque precisamente Pinterest es un lugar que te facilita crear colecciones de imágenes (y de videos) que te vas topando en Internet. Además de crear tus colecciones de imágenes puedes compartirlas con otra gente ya que estas colecciones son, en principio y a menos que tu no quieras, públicas. Es decir, Pinterest es también una red social en donde la gente puede unir sus aficiones, o cambiar imágenes, bien con un «me gusta» (tipo Facebook), bien repineando la fotografía en una de tus colecciones (tipo retuit en Twitter).

Pinterest fue diseñado en 2009 y estuvo hasta el año pasado en fase beta y solo se podía acceder por invitación. En 2012 ha multiplicado enormemente sus usuarios, ha sido nombrado uno de los mejores sitios de Internet de todo el planeta e incluso su diseño tan visual ha sido seguido en las últimas actualizaciones del diseño de Facebook y, por lo que dicen, pronto en Ebay.

Categorías, un buscador para encontrarlo todo… Yo me he encontrado con verdaderas maravillas, fotografías extraordinarias y colecciones de lo más variopintas. Un museo en casa para compartir. Merece la pena! Ah y claro, no podía ser de otra manera, también hay aplicaciones para teléfonos y tabletas. Aquí tenéis una captura con una búsqueda sobre Sofía Loren:

Por cierto, para saber de primera mano lo qué es Pinterest no tenéis más que pinchar en su icono!

una conjetura wildeana sobre la dedicatoria de los sonetos shakespeareanos

Para un ferviente shakespeareano como este que aquí escribe ha sido toda una sorpresa toparse con un librito de Oscar Wilde en el que desarrolla de una manera totalmente creíble una tesis sobre la dedicatoria de los Sonetos del genial bardo inglés. La novela, de algo más de cien páginas, titulada El retrato del señor W. H., nos sitúa ante la posibilidad de que los Sonetos estuviesen dedicados a un joven actor de la compañía de Shakespeare, un tal Willie Hughes y no a William Herbert, conde de Pembroke.

La dedicatoria de los Sonetos nombra a un Mr. W. H. unico inspirador de los sonetos y su identidad ha sido causa de un gran número de especulaciones y entre los posibles candidatos están:

  • William Herbert (el conde de Pembroke), considerado por muchos como el principal candidato, ya que a él está dedicado también el First Folio de las obras de Shakespeare.

  • Henry Wriothesley (el conde de Southampton). Muchos han afirmado que ‘W.H.’ son las iniciales de Southampton al revés, y que es un candidato apropiado en tanto que a él le dedicó Shakespeare sus poemas Venus & Adonis y La Violación de Lucrecia. Southampton era también conocido por su buen aspecto, y se ha sugerido en ocasiones que podría ser el ‘fair youth’ de los Sonetos.

  • Sir William Harvey, padrastro de Southampton. Esta teoría asume que el fair youth y Mr. W.H. son personas distintas, y que Southampton es ese joven. Harvey sería el «begetter» (inspirador) de los sonetos en el sentido de que sería él quien se los proporcionó al editor.
  • El mismo Shakespeare, William Himself (W. H.). Esta teoría fue propuesta por el especialista alemán D. Barnstorff, aunque no ha encontrado mucho apoyo.

  • William Hall. Hall fue un impresor responsable de la impresión de otras obras publicadas por Thorpe (de acuerdo con esta teoría, la dedicatoria es simplemente un tributo de Thorpe a su colega y no tiene nada que ver con Shakespeare). Esta teoría, apuntada por primera vez por Sir Sidney Lee en su A Life of William Shakespeare, fue seguida por Colonel B.R. Ward en su The Mystery of Mr. W.H. Los que la apoyan indican que el nombre completo «William Hall» aparece si la palabra «all», que sigue inmediatamente a las iniciales en la dedicatoria, se le añade a ellas. Hay también evidencia documental de un William Hall de Hackney que firmaba como ‘WH’ tres años antes, aunque no parece que sea el mismo que el impresor.
  • William Haughton, un dramaturgo contemporáneo.
  • Y finalmente Willie Hughes. El especialista del siglo XVIII Thomas Tyrwhitt propuso por primera vez la teoría de que el Mr. W.H. (y el Fair Youth) fue «William Hughes», basándose en presuntos juegos de palabras en los Sonetos. El argumento fue repetido en la edición de 1790 de los sonetos a cargo de Edmund Malone. La exposición más famosa de esta teoría se encuentra, precisamente, en el relato de Oscar Wilde titulado The Portrait of Mr. W.H. en el que el narrador de la historia describe los juegos de palabras con «will» y «hues» en los sonetos, y afirma que fueron escritos pensando en un joven y seductor actor llamado Willie Hughes que actuaba en papeles femeninos en las obras de Shakespeare. Sin embargo, no hay evidencia de la existencia de tal persona.

La polémica no se circunscribe exclusivamente a la dedicatoria de los sonetos ya que la identidad de Lady Dark, otra de los protagonistas de algunos de los Sonetos, sigue ofreciendo material para el estudio, y sin ir más lejos este verano tuvimos noticia de la posibilidad que esta mujer fuese una prostituta muy conocida en aquél Londres shakesperiano.

En fin, a lo que íbamos, que con Shakespeare, su vida y sus obras nos podemos perder en comentarios y debates. El libro de Wilde es una gozada, cortito, sencillo, con la escritura más erudita y a la vez sencilla del irlandés desarrollando una de sus pasiones más conocidas: Shakespeare. No os lo podéis perder! Yo lo tuve muy claro. Oscar Wilde, William Shakespeare y una tesis desarrollada en torno a uno de los muchos enigmas sobre el bardo  de Stratford-upon-Avon.

london river

Mientras la tarde dominical va desgranando sus minutos alrededor del circo futbolístico y sabiéndome engañado en la promesa de un apacible y soleado domingo abofeteado por el otoño de la ciudad decido refugiarme otra vez en Filmin para disfrutar de una película de calidad y sin cortes cada dos por tres. El catálogo de Filmin se ha ido ampliando cada vez más y son cada vez más las películas y series de muy buena calidad que podemos encontrarnos en el portal cinematográfico. Tras unos minutos de incertidumbre me decido por una película en torno a Londres, cómo no, pero en torno a uno de los sucesos que más han marcado su aspecto doloroso y trágico: los atentados del 7 de julio de 2005.

London River, nos presenta a una señora viuda que vive en un pueblo de una isla del Canal de la Mancha, cristiana, granjera y con una hija estudiando en la capital británica. Elizabeth. Por otro lado nos encontramos a Ousmane, africano que vive en Francia trabajando de guardabosques, musulmán y con un hijo estudiando en Londres. Las trágicas explosiones de aquel 7 de julio van a hacer que se encuentren estas dos personas que, en principio tan poco tienen que ver entre sí. ¿O sí?

Esta película cruda, sin música de fondo, sin esa banda sonora que suavice la vida, dirigida en 2010 por el cineasta franco-argelino Rachid Bouchareb, nos traslada una reflexión que en esta vida deberíamos hacer más a menudo. ¿Qué hay realmente de cierto en las diferencias culturales y sociales que los medios y la propia sociedad se empeñan en remarcar frente a los nexos en común que podemos tener? ¿Por qué en la búsqueda de unos hijos por parte de una madre y un padre nos agarramos a las diferencias y a los prejuicios en torno al origen, el color o las religiones en vez de observar inmediatamente las similitudes e igualdades de sus vidas, sentimientos y experiencias? La cinta, sin ahondar en demasía en la historia de aquéllos atentados, nos transporta a un abanico de sentimientos en común de dos personas que se ven atrapadas en un mismo hecho, la búsqueda de sus dos hijos, la posibilidad de que se hayan visto envueltos en los atentados de una u otra manera, la comunicación madre-hija y padre-hijo… Prejuicios, racismo, diferencias, pensamiento único frente a comprensión en la diferencia, una situación idéntica, igualdades y diferentes formas de pensar sin que eso suponga pensamientos encontrados. Dos seres de planetas distantes unidos por el dolor y la búsqueda obstinada de un hijo ausente que se aportan calor mutuamente econtrando paz en la mirada del otro.

El actor que encarna a Ousmane es Sotigui Kouyate, sorprendente y Brenda Blethyn da vida a Elizabeth, una actriz extraordinaria, de esas que habría que escribir en letras mayúsculas pues mayúsculo es su arte e interpretación. Si tenéis oportunidad no dejéis de verla. Merece la pena y mucho.

abide with me

La ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Londres 2012 fue una de las más impactantes que hayamos visto jamás y sin duda alguna la demostración de cómo vender al mundo la imagen y la cultura de un país. Música, cine, teatro, Dickens, Shakespeare, historia, la participación de las más altas instancias y los personajes más emblemáticos de la actualidad british… Entre los muchos y magníficos momentos que nos dejó la ceremonia me quedo con uno que me pareció extraordinario por su puesta en escena, su música y su interpretación. Los latidos de un corazón, el corazón universal, dieron paso a una maravillosa Emeli Sande regalando a nuestros oídos una desnuda interpretación del himno Abide With Me.

Abide With Me es uno de esos himnos anglosajones que lo mismo se canta en iglesias que en acontecimientos deportivos. No es un himno que invoca grandezas, ni es tampoco de agradecimiento, ni es uno de esos himnos que destilan alabanzas, es un himno humilde, de esos que dicen «mira aquí estoy, soy poca cosa, pero pongo mi confianza en tus manos». Literalmente «Soporta la carga conmigo». Más allá del significado religioso de la letra, escrita por el ministro angligano Francis Henry Lyte poco antes de morir en 1847, es un himno que se canta en funerales, en encuentros deportivos y que en los últimos tiempos se le ha dado un significado de unión y respeto en la diversidad ya que ha sido apropiado por las diferentes principales religiones monoteístas. Se invoca a la victoria del bien sobre el mal y al concepto de paz universal. Era uno de los himnos favoritos de Mahatma Gandhi y fue cantado en los momentos finales del Titanic (o por lo menos eso dicen).

Todo buen himno basa su reconocimiento principalmente a la música y en este caso la melodía de este himno, de una belleza pura, es obra del compositor William H. Monk, organista inglés del siglo XIX.

Os dejo con la interpretación de Emeli Sande, en este caso la versión grabada en estudio. Un momento de paz interior que quería compartir con todas vosotras y vosotros.

ríos de londres

Londres es una de esas ciudades que a los que nos gusta la literatura nos puede llegar a fascinar en cada encuentro que tenemos con ella; que si no la conoces es objetivo prioritario para un viaje; una ciudad que aunque no hayas estado en ella la conoces por las miles de veces que la has visto en películas, series y demás; y un lugar maravilloso si la descubres a través de Sherlock Holmes, Oliver Twist, Dorian Grey, Jeckyll o Hyde, o incluso Harry Potter. Por eso traigo hasta el blog un libro que quizás no sea el tipo de literatura que suelo comentar aquí, pero que, aparte de muy entretenido, me pareció una novela extraordinaria para dar una vuelta por Londres.

El autor es Ben Aaronovitch, londinense de pro, nacido y criado en Londres, fascinado y encantado con su ciudad, cuyo amor por la literatura está presente lo mismo cuando escribe guiones para muchas series televisivas de gran éxito como Doctor Who, que cuando escribe novelas como Ríos de Londres, la obra que voy a comentar, o cuando trabaja de librero.

Ríos de Londres, que por cierto es la primera novela de una saga que promete, está protagonizada por Peter Grant, un agente novato de la policía metropolitana al que un buen día, en el escenario de un asesinato delante de la llamada Iglesia de los Actores en la Plaza de Convent Garden, se le aparece un fantasma que le pone en la pista para el esclarecimiento del caso. A este insólito hecho añadidle las guerras entre los dioses y diosas de los ríos londinenses, Támesis incluído, y el caos que puede llegar a sembrar un espíritu maligno y vengativo.

Si señoras y señores, el libro en cuestión es un libro del género de literatura fantástica. Más concretamente literatura fantástica urbana (si es que este subgénero existe). Reconozco que hay gente a la que os puede echar atrás este género por considerarlo de menos calidad (habría mucho mucho que discutir aquí, pero no es el momento, aunque los comentarios están abiertos para conocer vuestra opinión con el tema) pero, de verdad, dadle una oportunidad porque seguro que os sorprendéis. Es una novela fresca, en esto se nota que el autor es guionista de televisión, divertida, con muy buena dosis de humor londinense, fantástica, ¡qué os voy a contar si el agente Grant se va a dedicar a mediar en conflictos entre los ríos, riachuelos e incluso arroyos y canales de Londres! y una guía londinense para conocer lugares, plazas y calles e incluso parte de su historia. Lo dicho, una novela entretenida, eficaz para pasar un buen rato y ligera, de esas que necesitas leer de vez en cuando. A todo esto Ríos de Londres es el comienzo de una saga…

No puedo dejar de comentar la maravillosa portada obra de Stephen Walter, polifacético artista cuyo trabajo he conocido gracias a este libro y que me ha tenido días atontado delante del iMac contemplando su obra. Aquí podéis ver su obra Cyclesea, de 1006, realizada en grafito y papel.

La fotografía que encabeza esta entrada es obra de Nietnagel, en Flickr.

la estación azul

En este año y medio de descanso, de recuperación de la vida y de puesta a punto una de las cosas que más he hecho ha sido escuchar la radio, al contrario que con la televisión, que cada día la tengo más olvidada (y no os creáis hay veces que en el trabajo o con los amigos soy incapaz de seguir una conversación…). Es verdad que la radio ha sido siempre para mi un aliciente a la imaginación. Es un medio que no te lo da todo masticado. Siempre te deja un espacio para tu propia imaginación. Es curioso cómo cada persona ponemos una cara diferente a una misma voz. El caso es que entre los programas que he escuchado con más placer hay uno que he descubierto no hace mucho y reconozco que no lo descubrí sino a través de su podcast. La estación azul.

La estación azul es un programa de RNE que se emite los sábados de 16.00 a 17.00 horas de la tarde dirigido por Ignacio Elguero y presentado por él mismo y Cristina Hermoso de Mendoza. La temática del programa es la literatura, los libros, los libreros y todo lo que tenga que ver con ello. Y lo bueno es que Ignacio y Cristina lo hacen estupendamente, sin ser pedantes, que es lo que suelen ser los locutores que presentan programas de radio dedicados a la cultura (algunos parece que tienen que poner voz de me acabo de levantar con un cigarro encendido en la boca), ni aburridos. Más allá de dedicarse a aconsejar o desaconsejar libros de una manera bastante fresca creo que consiguen algo totalmente necesario en esta sociedad audiovisual en la que vivimos… Transmiten el placer de la lectura, de sentarse con un libro entre las manos y descubrir la belleza de las palabras pensadas y escritas por la mano de alguien que no conocemos y que es capaz de sacar los más hondos sentimientos que hay en nuestras personas. Ni más, ni menos. Y por eso, precisamente por ese fomento de la lectura han recibido varios premiso a lo largo de estos casi trece años. El último el Premio Fomento de la Lectura de la Federación de Gremios de Editores de España 2012.

Lo dicho. Apuntároslo en la agenda en rojo. Marcad las cuatro de la tarde de los sábados, esa hora en que el descanso del fin de semana puede convertirse en placer escuchando un programa de radio realizado con mucho gusto. Y en caso de que no podáis hacerlo bajad el podcast del último programa y escuchadlo. ¿Sabéis qué maravilla es ir escuchando los consejos, las críticas literarias, las efemérides, los acontecimientos alrededor del mundo de los libros mientras vas a trabajar, o vuelves del trabajo, en medio de toda esa vida que, desgraciadamente algunos se empeñan en hacer tan sosa y poco emocionante? Quizás un día os sorprendáis con vuestra cara de satisfacción. Ya me contaréis qué tal.

El podcast de La estación azul.

La fotografía que encabeza esta entrada es de JanneM, en Flickr

humor british

Reconozco  que cualquier libro que publique la Editorial Impedimenta va a tener muchas posibilidades para que caiga en mis manos y sea devorado con una cierta emoción sobre lo que me espera a lo largo de esas hojas. No sé si os ocurre con alguna otra editorial (a mi con alguna otra también, algún otro día comentaré), lo que es, a mí Impedimenta me tiene embriagado con su buen hacer, con las obras y escritores elegidos, con sus traducciones de una calidad impresionante, con sus maravillosas portadas y con el gusto de sus ediciones.

El caso es que estando un día en mi librería favorita, esa que todas y todos tenemos y a la que en mi caso voy a perderme como si estuviese en casa rodeado de escritores, empecé a hojear algunas de las novedades e irremediablemente mis ojos se posaron en diferentes portadas de libros editados por Impedimenta fijándome en el título de uno especialmente: Caída y auge de Reginald Perrin.

El autor de esta novela desternillante es David Nobbs, del condado de Kent, estudiante de Lenguas Clásicas en Cambridge, reportero en un pequeño periódico de Sheffield y según sus propias palabras, lo que indica que es capaz de reírse hasta de sí mismo, el periodista más pésimo de la historia de Inglaterra. Entre pinta y pinta de cerveza se dedicaba a escribir obras de teatro impublicables. Posteriormente empezó a colaborar como guionista en varios programas humorísticos de la BBC gracias a una vis cómica a prueba de bombas con la que estaba dotado. El éxito le llegó, precisamente, con esta maravilla de novela que comento en la entrada. Una novela que tuvo dos secuelas inmediatas, creó escuela entre los autores británicos y cuyo personaje fue rescatado en 1995. El señor Nobbs se dedica actualmente a descubrir pubs rurales (¡qué suerte!) y a ejercer de hincha acérrimo, esto es, de hooligan, del Hereford United.

Vayamos con la novela. Reginald Perrin es un hombre gris, de esos señores grises de traje gris, paraguas negro, corbata gris y cara gris. De esos que todas las mañanas repiten la misma escena, con sus mujeres poniéndoles unos huevos y café para desayunar, sus mujeres llevándoles el paraguas y el maletín hasta la puerta, con sus mujeres limpiándoles la hombrera de migas o pelusilla. Perrin es de esos hombres grises que hacen todos los días el mismo trayecto, a la misma hora, para llegar a coger el mismo tren que llega siempre 11 minutos tarde. Es de esos hombres grises que todas las mañanas hace el crucigrama del periódico ( o por lo menos lo intenta), empieza su jornada redactando cartas sin sentido a su secretaria, aguanta diariamente las reuniones con su jefe, come todos los días en el mismo restaurante barato de al lado de la oficina y vuelve a casa a la misma hora, en el mismo tren que nuevamente llega siempre y todos los días 11 minutos tarde. Reginald Perrin es de esos hombres grises que incluso mantienen relaciones sexuales con su mujer cuando el calendario así lo señala.

Reginald Perrin es un hombre gris hasta que un día decide dejar de serlo. Y esa es la historia de esta novela. Un libro con el que incluso desperté una noche a toda mi familia por culpa de las carcajadas… Carcajadas que no cesaron ni ante las protestas de quienes acababa de despertar. Desde aquí, publicamente, os pido perdón… Pero por favor, no dejéis de leer esta novela y arriesgaros a que os miren con cara rara durante unos días.

En los años 70 la BBC grabó para una serie la novela, que tuvo su continuidad en otras dos temporadas más. Así empezaba la que está considerada una de las mejores series de comedia de la historia de la televisión británica:

thunder road

Como la mayoría de los springsteenianos descubrí esta canción en la obra maestra que es, sin lugar a dudas, el más famoso de los álbumes del músico y poeta de New Jersey, el trabajo que consagró a Bruce Springsteen como uno de los mayores artistas que ha dado Estados Unidos en la historia de su música: Born To Run.

Thunder Road, la primera de las canciones de este mítico álbum, una canción que es como una pequeña obra cinematográfica, un corto de una calidad exquisita que nos cuenta una de esas historias a las que el Boss nos tiene acostumbrados. El comienzo de la canción, con esas lastimera notas sacadas de una harmónica y la búsqueda de la Tierra Prometida, esa tierra que no sabemos si es física o producto de la imaginación y a la que Springsteen hará referencia una y otra vez a lo largo de toda su carrera musical. Todo lo que sabemos es que está en alguna parte, en otro lugar. Y son estos sueños los que motivan a sus personajes y les permiten creer que quizá existe un lugar mejor. El de Asbury Park nos cuenta una historia de amor, de esas que transcurren en la carretera, no podía ser de otra manera, en donde el protagonista, que escucha a Roy Orbison se acerca hasta casa de Mary y le desafía que apueste por la vida, que apueste por él. Le deja bien claro que no es un héroe y que lo único que puede ofrecerle es una oportunidad para una vida mejor, ni siquiera le ofrece la seguridad de conseguirla. Pueden ir juntos rumbo a la Tierra Prometida.

Más allá de las referencias bíblicas del término Tierra Prometida, que sin duda las tiene, es en esta canción cuando Bruce hace mención, por vez primera, a la idea de una América democrática y abierta de par en par, una América los suficientemente grande como para acoger a todo el mundo.

Springsteen tenía sólo 24 años cuando escribió la canción y sin embargo contiene una de sus frases más sentidas y profundas: «Así que estás asustado y piensas que quizá ya no somos tan jóvenes». A sus 24 años Springsteen ya sabía lo dura y difícil que podía llegar a ser la vida y, quién sabe, igual había vivido a sus 24 años mucho más que muchos otros de más edad. Thunder Road representa muchas cosas para mucha gente: una celebración de libertad, un himno del pasado, una esperanza hacia la Tierra Prometida, pero ante todo es una canción en la que personas normales pueden llegar a hacer de su vida «normal» un acto heróico sin llegar a ser héroes al uso.

Ten un poco de fe, hay magia en la noche.

Versiones hay muchas, y a nada que busquéis en Youtube os encontraréis con muchas de ellas, a mi particularmente me gustan las versiones acústicas pero la versión que he elegido para la entrada de hoy es la de aquél 18 de noviembre de 1975, con un Springsteen muy joven, todavía con esa barba desaliñada de sus comienzos, ese aire dejado y esa capacidad para crear canciones con una música y una letra como la de Thunder Road que te ponen los pelos de punta… Señoras y señores, con todos ustedes, desde Hammersmith Odeon, Londres, The Boss!!

la vuelta

Vuelvo, como el otoño, como un nuevo curso, cargado de fuerzas, de energía, habiendo utilizado un tiempo precioso en la meditación, en el descanso, en el análisis, en leer, en escuchar música, en pasear… Reconozco que cuando decidí dejar de actualizar el blog no fue una decisión meditada, fue una necesidad. En este año y medio he estado tentado en muchas ocasiones en poner siquiera un post anunciando el descanso del blog, pero en realidad, y bien pensado, es algo que tampoco le interesa a nadie. Hay muchos y muy buenos blogs en esta llamada blogosfera y sobre todo hay muchos lugares donde poder compartir las inquietudes literarias, musicales, cinematográficas, culturales en general, sociales, etcétera. En este tiempo he disfrutado de la familia, me he peleado con ellos, nos hemos reconciliado, he saboreado un té debajo de un árbol, me han cantado una canción en un acantilado, me han abrazado y consolado bajo la lluvia en mitad de la noche, me han sonreído con la sonrisa más pura del mundo, me han leído una bella historia en el curso de un viaje sin destino conocido, me han sacado una foto a mis ojos llorosos, me han enseñado a sentir el arte de un claustro de una catedral… Me había olvidado de vivir, hacía tiempo que solo subsistía, perdido en un mar de sentimientos y finalmente gracias a este descanso imprescindible, gracias a los amigos de verdad, gracias a la lectura, a la música… he reaprendido a vivir esta vida que se me había olvidado vivir.

Hoy es el día que he aprobado los mensajes que habíais escrito hace tanto tiempo. Poco a poco iré contestándolos. No sé si habrá nadie al otro lado. Lo que si sé es que yo estoy a este lado.

La foto que encabeza la entrada es obra de ewitsoe, en Flickr.